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PROGRAMA 10: LA BRUJERIA
Han sido, perseguidas, temidas, odiadas, torturadas y asesinadas.
Desde que aparecieron, las brujas y todo lo que representa su estereotipada figura, pasaron de transformarse en sinónimo de terror y pacto con el diablo, a ponerse casi de moda en el siglo pasado.
Pero la historia de estos macabros seres, con arrugas, verrugas, gatos negros y escobas voladoras esta mucho mas relacionado con persecuciones, falsas acusaciones y muertes injustificadas que con calderos y pociones mágicas.
Los hombres siempre han experimentado miedo ante la muerte, el dolor o lo desconocido y siempre han deseado ver realizadas sus ansias de felicidad, riqueza y amor. La religión enseña a resignarse ante lo que no tiene remedio, a conformarse con el destino, pero no todos se adaptan a estos esquemas. Muchos buscan como aliviar o mejorar su suerte.
Por eso, algunos seres humanos se les ocurre acudir a fuerzas ocultas o sobrenaturales para superar obstáculos y el obtener el bien que esperan para sí o el mal que desean a sus enemigos.
Estos empeños forman la trama de lo que ha venido llamándose duran siglos: hechicería y brujería, temas que siempre han fascinado a la gente.
La magia o brujería se suele calificar de supersticiosa para distinguirla de la actitud religiosa, que es digna de respeto y consideración.
En las sociedades arcaicas, lo sagrado no se distingue casi de lo social, no hay religión en el sentido que hoy le damos, es la sociedad en su conjunto la que es religiosa. Supersticiosas serían pues, determinados hábitos que, aunque tolerados, se sitúan al margen de la religión oficial.
La religiosidad popular, presentaba muchos aspectos que ya existían en el paganismo antiguo. Durante siglos permanecieron estructuras mentales que favorecían la creencia espontánea en el animismo. Esta creencia autorizaba determinadas prácticas mágicas, que siguieron vigentes hasta la Edad Moderna, y que no han desaparecido completamente hoy en día.